Las condiciones climáticas presentes en la región durante la semana pasada, provocó importantes pérdidas económicas para quienes se instalaron este año en el sector del río Claro de Talca.
TALCA.- A pesar de la extensión de las fondas y ramadas, este alargue realizado hasta las 23.00 horas del día sábado 22 de septiembre, no permitió que los ramaderos pudiesen recuperar las pérdidas provocadas por el mal tiempo presente en la zona.
También se agregaba el hecho que el acceso a las ramadas se encontraba con bastantes dificultades, por el barro presente debido a las fuertes precipitaciones, sumado además que menos del 60% de los locales eran los que continuaban en el lugar en funcionamiento.
Orlando Bravo, fondero del Ramadero Bravo, dijo a DiarioElCentro que “es primera vez que participa de las fondas para esta fecha y que la pérdida que tuvo, ni en los días de extensión lo pudo recuperar”.
Resaltando que, de una inversión de un millón y medio en comida y bebidas, perdió más del 60%. Para el año que viene dice tomará más previsiones y no volver a pasar por algo tan decepcionante.
Por su parte el puesto de comida nombrado “ramada La Estrella”, a cargo de Claudio Serpa, señaló al mismo medio que se veía totalmente vacío, ni una de sus mesas ocupadas. Era fácil que a pocas horas para que se diera culminada definitivamente las ramadas de este año, la tristeza se apoderaba de cada uno de los fonderos que aún permanecían en el lugar.
Ni siquiera el último día, considerado de “remate” de muchos de los artículos que se ofrecieron este 18, se pudieron recuperar económicamente con la esperanza salvar así un poco las ventas en el su último día.
Esto fácilmente se percibía en los puestos de comida, tragos, donde los terremotos tenían un costo de dos por mil 500 pesos, empanadas a 800 pesos o los anticuchos que se ofrecían en dos por mil 800 pesos. Pero no había quien los comprase.