Club Atlético Comercio se proclama Bicampeón en serie de Honor

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Un electrizante final tuvo la competencia de serie de honor de la Asociación de Fútbol Villa San Agustín.

TALCA.- Atlético Comercio y Rangers C.D. llegaban de la mano en el primer lugar al término del torneo con 58 puntos.

Nadie se daba tregua, sin embargo todo se desniveló gracias al Club Deportivo Sud América.

Esto porque el equipo del barrio norte le empató a Rangers Corporación Deportiva a un gol, rezagándolo al 2° puesto.

A la misma hora, Atlético Comercio goleaba seis a cero al Club Sacachispas que hace de local en Cancha Vicente Acuña Parra.

Marcaron Oliver Trincado, en dos ocasiones; Felipe Peñaloza, Ernesto Poblete y dos personales de Papelucho González para lograr los 61 puntos, inalcanzables para los rojinegros que en la temporada hicieron el gasto y remataron de escoltas.

De esta manera, “los diablos rojos” que venían de una igualdad uno a uno con Santa Ana que los condicionó para la última fecha del certamen, se proclamaron campeones por segundo año consecutivo, obteniendo el legítimo derecho de volver a la tradicional Copa de Campeones que organiza ANFA.

FESTEJÓ CON UNA COPA ANTIGUA

En medio de los festejos y en una situación “increíble” ningún dirigente de la Asociación Villa San Agustín vaticinó este cinematográfico final de campeonato.

No había copa en ninguna de las dos canchas en donde se definía la temporada, por lo cual la serie de honor del Club Atlético Comercio dirigida por el laborioso Pablo Retamal, no tuvo con qué festejar al término del partido.

A uno de los directivos se les ocurrió mandar a buscar uno de los trofeos antiguos que se encuentran bajo custodia en las vitrinas de la sede social, el que llegó al campo deportivo para ser tomado por el cuerpo técnico y plantel de jugadores como símbolo del triunfo y merecimiento deportivo.

Una situación impresentable desde el Comité Organizador.

Ni siquiera se pensó en un plan “B” para contener el escenario.

Este hecho se suma a la copa de pequeñas dimensiones que se les entregó a la serie juveniles por el título obtenido en el torneo de clausura.

Tampoco hubo medallas. No hay explicación que avale estas omisiones para un momento que suele ser único y reemplazante en al vida de un futbolista.