Es triste e indignante ver como nuevamente la clase política copa portadas y noticieros por su actuar al margen de toda ética, en este momento se están cuestionando el traspaso de millonarios fondos desde el Minvu y diferentes Gobiernos Regionales, incluido el nuestro, a instituciones de la sociedad civil. Pero poco tiempo atrás, se hablaba del mal uso de las asignaciones parlamentarias, de la compra de una clínica en Santiago a un precio exorbitante o del caso Torrealba en Vitacura, la venta de horas en un hospital de la región metropolitana, entre tantos otros.
Quienes estamos en política nuestro piso es actuar apegado a la ley, pero nuestro estándar debería ser más alto, nuestro actuar debe ser lo más ético posible. Debemos entender que los políticos somos servidores públicos y ese debe ser nuestro foco: trabajar por la gente, impulsar el desarrollo social y territorial, promover la justicia social y cuidar los recursos públicos. Por lo menos, ese es mi norte.
Aunque con tantos escándalos, con tantos hechos de corrupción, es normal que la ciudadanía no confíe ni crea en los políticos, ya que nos meten a todos en el mismo saco , pero debemos ser cuidadosos, ya que empiezan a surgir “líderes” que critican lo mal que está el sistema, señalan que ellos tienen un estándar ético más alto y que tienen la fórmula mágica para “cambiarlo todo”, muchas personas les creen a estos “líderes”, pero después la decepción es grande, sino vamos viendo como el Frente Amplio se está teniendo que comer sus palabras y con su turbio actuar no solo están dañando a los que queremos hacer bien las cosas, sino que también están sembrando dudas y desconfianzas en las organizaciones no gubernamentales.
También, muchos queremos que nuestras regiones cuenten con mayor autonomía, con mayor poder de decisión e incidencia en el territorio, en las inversiones públicas, en el progreso de la región. Pero cuando vemos que hay gobernadores regionales que hacen mal uso de sus atribuciones, muchos comienzan a cuestionarse de lo que podrían hacer si llegasen a tener más poder, seguir beneficiando a “fundaciones” amigas o pidiéndole a los ejecutores que contraten a tal o cual persona.
Es por ello, que quienes estamos en política deberíamos exigir que se eleven los estándares de probidad, transparencia y fiscalización, pero mientras eso no se apruebe, nosotros mismos debemos tener un actuar ético, recordar que no fuimos elegidos por un partido, sino por ciudadanos de a pie, que confiaron que nosotros los representaríamos y trabajaríamos por el bienestar de todos.
Patricio Lineros, Consejero Regional, provincia de Talca.