Corren tiempos poco solidarios. Las encuestas demuestran que cada vez menos chilenos se interesan en apoyar causas sociales. Donar sangre de manera voluntaria es un acto altruista que pocos están dispuestos a realizar.
TALCA.- En medio de este escenario poco favorable la Casa del Donante aprovecha el clima creado por la cercanía de Halloween y llamó a donar sangre. “Necesitamos donantes de miedo”, dice el afiche. La meta eran 100. Y se logró. Los profesionales de la Casa del Donante atienden a los voluntarios vestidos de brujas, fantasmas o algún monstruo amable y simpático. De su labor depende la vida de muchos.
“Nuestro objetivo es promover la donación de sangre voluntaria, por eso dedicamos mucho esfuerzo y tiempo para conseguir donantes. Tenemos Campañas Móviles diarias, pero cuando hay varios feriados como en estas semanas no podemos hacerlo y por eso nuestra Campaña”, explica Aarón Mena, tecnólogo médico y coordinador de la “Casa del Donante”.
“Para mantener al día el stock regional necesitamos un promedio de 70 donantes diarios en la región. Esta sangre es vital para los pacientes que necesitan terapia y en definitiva es de suma importancia para todos, pues en cualquier momento alguno de nosotros puede requerir de sangre para seguir viviendo”, agrega.
En esta compleja tarea se cuenta con el trabajo de 7 tecnólogos médicos, 6 técnicos paramédicos y un médico especialista. Todos despliegan diariamente sus capacidades para mantener abastecida a la red hospitalaria de este elemento esencial para la vida. Una vez recibida una donación la sangre es procesada y estudiada en el Centro de Sangre de Concepción. Luego es devuelta en cantidad suficiente para los usuarios del Maule.
Celso López, donante voluntario nos cuenta que “siento que es una obligación con la comunidad, hace un tiempo mi hija estuvo enferma y necesitó sangre. Y hubo muchos donantes voluntarios y anónimos. Entonces adquirí este compromiso con la comunidad”. Sobre las molestias que puede provocar la donación Celso explica que “todo es muy expedito, los funcionarios son muy agradables, no hay ningún dolor, no hay ningún problema. Yo invito a las personas a que donen sangre, hace muy bien, uno se siente emocionalmente satisfecho, así que lo recomiendo de todas maneras.”
Para Aarón Mena el tema es que “todos comprendan la importancia de contar con este vital elemento, sangre segura en cantidad suficiente en nuestros recintos hospitalarios, ese mensaje es nuestro pan de cada día y por el cual nos motivamos todas las mañanas a seguir trabajando”, afirma.
Contar con donantes regulares es el objetivo. Cada persona puede donar tres o cuatro veces en el año. “Ellos saben que están salvando vidas”, dice Aarón Mena, “con los donantes regulares ya nos conocemos y nosotros los hacemos sentir como en su casa. A los donantes nuevos los instamos a ser parte de esta obra de solidaridad, que nos ayuda a todos”, señala.
Pero conseguirlos no es fácil por lo que permanentemente están creando nuevas iniciativas para motivar a la comunidad “estamos muy presentes en redes sociales, sobre todo en nuestro fanpage. Si tienen alguna duda que nos consulten a través de facebook a “Casa del Donante de Sangre Maule” o que nos llamen y les agendamos una hora”, puntualiza.
Dejamos la “Casa del Donante” con sus activos funcionarios mientras atienden a sus “donantes de miedo” con una “aterradora” sonrisa de complicidad.