La función de “La Casa Encantada” es este viernes 16 de noviembre, a las 19:30 horas, en el Centro de Extensión, gratuita para toda la comunidad.
TALCA.- La Casa Encantada de la compañía La Revuelta, es el nombre de la puesta en escena de danza contemporánea que se presentará en el Teatro Abate Molina de la Universidad de Talca (2 norte, 685) este viernes 16 de noviembre a las 19:30 horas, de forma gratuita, para todo espectador.
Luego de presentaciones en Curicó y Linares, el elenco formado por 13 bailarines bajo la dirección de la licenciada, pedagoga y coreógrafa Ana Carvajal; llevan a escena una pieza coreográfica resultante del proceso de creación que se desarrolló en distintos meses del año 2018, como parte del tercer Programa de Formación para la práctica de la Danza en el Maule, “La Revuelta Danza”, que tiene por objetivo profundizar en la formación técnica de esta disciplina en la región. “Creemos que es un camino que aún requiere establecerse y madurar dentro de la región. Además, es necesario potenciar el desarrollo en la formación de audiencias, contribuyendo al ejercicio de forjar e instalar un sello original propio para la danza en el Maule”, dicen las responsables de esta iniciativa, Javiera Gómez, Bernardita Prieto y Carolina Silva.
“La Revuelta Danza”, cuenta con financiamiento público a través de FONDART y con la colaboración de la Universidad de Talca por tercer año consecutivo, por tanto todo su desarrollo fue gratuito para los participantes. En esta tercera versión, el programa agregó un laboratorio de creación escénica. “Creemos importante vincular y fortalecer el proceso de formación para la creación escénica, intencionado una temática investigativa particular de nuestro territorio para la profundización y vinculación con el contexto cultural local», apuntan sus creadoras, explicando además que el laboratorio profundizó en la creación escénica, aportando con la mirada reflexiva, investigativa y teórica de la destacada coreógrafa nacional, Ana Carvajal.
“En La Casa Encantada –obra que veremos en escena- se investigó la idea del cuerpo como la primera casa que nos cobija, adoptando estructuras flexibles y fuertes que son capaces de resistir y acompañar otros cuerpos. En un principio la idea era asociar la imagen de la propia casa-hogar con el cuerpo y de qué manera podemos habitar ese cuerpo. Lo que sucede después es producto de la poética y creación de los intérpretes que se empezaron a mover bajo esa consigna y a influirse unos a otros”, adelantó la coreógrafa.
La obra además mezcla los sonidos del cuerpo, “como suenan las casas cuando se habitan” -explica Ana- con sonidos externos. “Ambos buscan generar un estado apropiado tanto para expresar en cuanto a los intérpretes, como para percibir, en cuanto a las personas que van a observar la obra”.