Iniciativa se enmarca en el programa cárcel que tiene el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y Gendarmería, el cual fue ejecutado en coordinación con el Penal de Molina.
MOLINA.- El Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Molina, se caracteriza por una tradición de artesanos en mimbre, quienes con gran dedicación aprenden a manejar este noble material que en la mayoría de los casos se los aportan sus familiares o los clientes que les hacen algún encargo.
Siguiendo esta tradición de la artesanía en mimbre, internos del CCP de Molina se capacitaron en un curso a través del convenio Sence-Gendarmería, que duró 280 horas sobre: Conocimientos básicos de artesanía y cestería con mimbre; confección de piezas de cestería en mimbre; costo de piezas.
Respecto a lo que fue la experiencia de este curso en el penal de Molina, Yenny Betancourt Ibáñez, Encargada Regional de Capacitación en Oficios del Sence comentó que este logro obtenido por estos alumnos y la impecable ejecución que realizó el equipo de funcionarios de Gendarmería de este penal, ya que, es el primer curso ejecutado, que logra ser certificado a nivel nacional en la línea cárcel de Sence”.
En tanto la jefa del CCP de Molina, mayor Paulina Lueiza, señaló que “en total logramos que 14 de nuestros usuarios se certificaran en un rubro que es tradicional en este penal, y que les permite trabajar de forma independiente tanto dentro del recinto como cuando salgan en libertad si deciden emprender, con lo cual, les estamos entregando herramientas concretas para su reinserción social”.
Uno de los beneficiados del programa es Leonardo Montecinos Poblete, quien acompañado de su familia expresó “Para nosotros fue una experiencia bonita, porque aprendimos a trabajar en mimbre. Era primera vez, que aprendía esta artesanía, yo me quiero dedicar al mimbre ahora, y es bueno que el Sence se preocupe por nosotros vienen a la cárcel te traen materiales, mi familia está contenta con mi logro. Se nos despejan los problemas, pasa más rápido el día y tienes un laburo”.
Con este oficio los internos de Molina, no solo hacen un buen uso del tiempo en reclusión, sino que además generan un ingreso para ayudar a sus familias, las que muchas veces quedan en una situación muy complicada cuando uno de sus integrantes es condenado a estar privado de libertad.
Hoy en día, la cestería sigue siendo una artesanía absolutamente vigente en la producción de objetos utilitarios y decorativos. En este sentido, ahora la cárcel del Molina ofrece una opción de calidad y a buenos precios para que los amantes del mimbre vayan por su producto los que pueden conocer en www.reinsertamaule.cl.