Innovadora labor desarrollada por una tripulación española, forma parte de la Estrategia de Prevención y Combate implementada por ARAUCO
La observación desde el aire de los incendios y el envío de información en línea de la evolución de estos, resultan fundamental para una efectiva coordinación de recursos de combate. Precisamente esta es la labor que por segundo año consecutivo desarrolla en nuestro país Miriam Bragado, de nacionalidad española, ingeniera técnico forestal y experta en este tipo de incendios. Ella -junto a un equipo de coordinadores, piloto y mecánico-, llegó para sumarse a la fuerza de combate que ARAUCO está desplegando en el país para hacer frente a esta temporada de siniestros rurales y forestales.
La aeronave SkyMaster 337 está acondicionada para las labores de observación y coordinación. Entre sus principales cualidades, tiene una cámara óptica térmica que opera Miriam desde el interior del avión y con la que transmite en directo a la Central de Protección de ARAUCO en Concepción, dotada a su vez de tecnología de punta para el monitoreo de cámaras robóticas y convencionales para la detección de incendios en varias regiones del país, entre ellas el Maule. Además, esta Central tiene una sala de despacho de recursos y otra de prognosis para proyectar la evolución de los siniestros.
“Mi misión es grabar el incendio. Tomar una imagen general del incendio y hacer fotografías para enviárselas a la Central como apoyo para tener la información del incendio lo antes posible. Somos sus ojos porque no pueden ver el incendio, e incluso somos los ojos de los que están en tierra porque no es la misma visión de ellos y la nuestra”, señaló Miriam Bragado, precisando que además tienen la capacidad de poder transmitir videos en directo vía streaming con lo cual se tiene información en el momento de lo que está sucediendo en el incendio.
El envío de toda esta información permite además detectar las zonas de mayor calor en un incendio y ver que hay alrededor del siniestro, como caminos y ríos, y también detectar puntos sensibles como por ejemplo la ocurrencia de un foco secundario y que desde tierra no es posible percibir.
En tanto, la función de los coordinadores que la acompañan en el sobrevuelo es establecer comunicaciones con el personal de tierra para recibir instrucciones y con los medios aéreos para la orientación de las descargas.
Además, todo el registro de la cámara queda almacenada computacionalmente, siendo esto muy relevante a la hora de realizar un posterior análisis del incendio en cuestión.
Guillermo Mendoza, Subgerente de Asuntos Públicos de ARAUCO, dio cuenta de la importancia de este apoyo, señalando que “la incorporación por segunda temporada de esta aeronave de observación y coordinación es parte de la Estrategia Integral de Prevención y Combate impulsada por la compañía y que busca hacer frente de la mejor manera posible y con la mayor tecnología disponible, a la ocurrencia de lamentables incendios”
Para esta temporada se han consignado además 69 carros bomba, 13 aviones, 13 helicópteros, además de dos súper helicópteros -el Annie y el Sun Bird- con capacidad para descargar 10 mil litros de agua.
También se cuenta con una dotación de 1.390 brigadistas tradicionales, 1.200 brigadistas silvícolas -que se integran en las faenas de liquidación de los incendios- y también Brigadas Nocturnas, con 204 profesionales especialmente capacitados para desarrollar labores de combate, contención y liquidación del fuego.
En todo caso -enfatizó Guillermo Mendoza-, “la mejor herramienta para combatir los incendios sigue siendo la prevención y es por ello que resulta fundamental el trabajo desplegado junto a las comunidades que son quienes mejor conocen sus territorios y riesgos”.
Precisamente, todos los recursos de combate se suman al trabajo articulado y colaborativo de la Red de Prevención Comunitaria y sus más de 300 comités locales a lo largo del país, y donde participan distintas entidades públicas y privadas, además de los propios vecinos de cada lugar.