Párroco de Villa Prat acusó duramente al Nuncio Apostólico, a monseñor Ezzati y a obispos de Talca y Linares por encubrimiento

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El sacerdote Sergio Díaz señaló que “son unos bandidos” el actuar de sus superiores eclesiásticos sobre ocultar casos de connotación sexual. Además, se refirió al caso del cese de funciones del cura del Colegio Integrado de Talca por el supuesto embarazo de una estudiante menor de edad.

CURICÓ.- Con duras declaraciones por parte del sacerdote de la localidad de Villa Prat, Sergio Díaz, terminó ayer 23 de mayo la reunión diocesana entre el obispo Horacio Valenzuela y los demás párrocos bajo su cargo en las provincias de Talca y Curicó, realizado en el Seminario San Pablo de Rauquén.

Sergio Díaz acusó duramente ante la prensa apostada en el lugar al Nuncio Apostólico (equivalente al grado de embajador por parte de la Santa Sede) Ivo Scapolo, a monseñor Ricardo Ezzati y a los obispos de Talca (Horacio Valenzuela) y de Linares (Tomislav Koljatic) por encubrimiento de actos de abuso y violación infantil.

El presbítero señaló que «yo trabajo en todo Chile y un cura violó, hablamos con el Nuncio, esto no puede ser, Nuncio en Chile, son unos bandidos». agregó que después de un año el «Nuncio no les habló y le entregamos toda la claridad que la iglesia pide (…) me llama el tipo (Scapolo) y me dice que a mí no me recibe. El Papa confía o confiaba plenamente en este Nuncio».

Luego fue el turno de Ricardo Ezzati, quien contó lo sucedido con esta persona, al señalar que «le mando un mail a Ezzati y él me contesta inmediatamente, le mando un segundo mail para contarle lo que me pasó con el Nuncio y todavía no me contesta, ¿cómo se llama eso? Encubrimiento».

A continuación fue el turno del obispo de Linares, del que comentó una de las frases más duras de la jornada, al decir que «en Linares hay un chiquillo abusado por un cura y el obispo de allá (Tomislav Koljatic) no le contesta el teléfono a un ‘cauro’ (sic) que fue abusado, está denunciado en la diócesis de Linares, él la tiene (Koljatic) y no le prestan ayuda, hay que sanar esto con la verdad».

Seguidamente, tuvo palabras sobre la separación de funciones del cura del Colegio Integrado de Talca, Marlo Beltrán, por conductas impropias y el supuesto embarazo de una estudiante menor de edad. Sergio Díaz manifestó «a nosotros se nos dijo que lo habían separado, que estaba en crisis, en un año de discernimiento, que no está ejerciendo y fue separado, nunca habló de eso, si es así deben denunciarlo», concluyó el “cura campesino”, apodo con que se le conoce a Sergio Díaz.

Finalmente, Diaz habló en duros términos contra su jefe directo, el obispo de Talca. Al respecto, el sacerdote de Villa Prat puntualizó “yo le pedí a Horacio (Valenzuela) que se fuera, el Papa le va a cortar la cabeza igual, yo se lo he pedido en público ahora y también en privado. Él está muy confundido, muy herido y en este momento no tiene capacidad de decidir, está muy dañado por Karadima al igual que todos los curas que formó”.

Calificó el sacerdote “costino” que está «molesto, dolido y ‘choreado’ (sic). Horacio (Valenzuela), está jodido (…). No hay nada que perder, que salga esto, que sanemos esto, el Papa sabrá qué medidas tomar, él tiene todas las cartas tomadas. Él como buen jesuita, es un tipo que hace muy buen discernimiento, que hace las cosas muy bien».